Se conoce como lipodistrofia a la acumulación anormal de grasa en diversas áreas del cuerpo que desarmoniza la figura, Se trata de una alteración bastante habitual debida a factores genéticos, nutricionales y hormonales. Estas localizaciones, que pueden variar en función del sexo, se dan con mayor frecuencia en el abdomen, en nalgas y caderas, muslos, rodillas e incluso bajo el mentón.
La lipoaspiración, liposucción o lipoescultura consiste en la remoción de estos depósitos de grasa rebeldes a los tratamientos dietéticos y al ejercicio fisico a través de pequeñas incisiones prácticamente invisibles (5mm); así se reduce su volumen y se logra una mejor definición del contorno corporal.
Esta técnica debe su creciente popularidad a su efectividad. La grasa extraída no vuelve a aparecer porque las células grasas dejan de reproducirse al acabar la pubertad. Por lo tanto, siempre que la liposucción se realice a partir de los dieciséis años aproximadamente, la lipodistrofia no reaparecerá siempre y cuando se sigan unos hábitos alimenticios sanos y se practique ejercicio con regularidad.
Es necesario destacar que la lipoaspiración no es un método destinado al descenso de peso sino al modelado de la figura corporal.
Las zonas a tratar más frecuentes son: cuello, brazos, espalda, abdomen, cintura, nalgas, caderas, muslos y rodillas.
Es una técnica mini invasiva, de rápida recuperación, internación de tipo ambulatoria. Se realiza con anestesia local y sedación o regional (epidural o raquídea) según la ubicación de las zonas a tratar.