La región glútea es una zona de belleza y sensualidad que ha adquirido un mayor protagonismo en los últimos años, de la misma forma lo ha hecho la cirugía glútea.
El aumento de glúteos es una intervención destinada a mejorar el tamaño y la forma de los glúteos y/o corregir imperfecciones, y esta mejoría estética puede conseguirse mediante la transferencia de grasa (lipotransferencia) o mediante utilización de implantes específicos para la zona glútea.
Los biopolímeros (PMA, silicona líquida, etc.) están prohibidos en muchos lugares del mundo debido a una alta incidencia de complicaciones, por lo cual no es recomendado su uso.
Los implantes de silicona se utilizan en pacientes delgadas con escaso tejido adiposo o que desean aumentar en forma importante la zona glútea y se colocan a través de una incisión realizada en el surco interglúteo, por lo cual queda totalmente imperceptible. Esta cirugía logra que aumente el volumen de los glúteos y su proyección, sin que esto implique un aumento lateral de la cadera.
El auto injerto graso consiste en la extracción de tejido graso localizado de diferentes regiones (como las caderas, el interior de los muslos, el abdomen, etc.), y colocarlo en la región glútea, para darle volumen y contorno. La grasa se retira por una técnica de liposucción, luego es procesada y reinjertada en el paciente. Por lo tanto, la ventaja de este procedimiento es doble. Por un lado, mejora la zona donde se realiza la liposucción, ya que se reduce la grasa localizada. Por otro lado, se mejora el área nueva (glúteo) donde se injerta el material. Al ser grasa propia no se manifiestan inconvenientes de rechazo debido a que se usa el mismo tejido del paciente.
Se realiza con anestesia epidural o raquídea y con una internación de corta estadía de tipo ambulatoria (12 hrs aproximadamente).